El Hospital Miguel Servet impulsa el cuidado de pacientes con insuficiencia cardíaca mediante la IA de Tucuvi, mejorando el seguimiento, la adherencia y el autocuidado, y siendo reconocido por combinar tecnología y experiencia de enfermería.

La insuficiencia cardíaca (IC) es una enfermedad crónica en la que el corazón no puede bombear sangre eficientemente para satisfacer las necesidades del cuerpo. Esto puede causar síntomas como dificultad para respirar, fatiga y retención de líquidos. Por lo tanto, requiere una monitorización cuidadosa para prevenir hospitalizaciones y un empeoramiento de la afección.
La Inteligencia Artificial (IA) puede ayudar a mejorar los aspectos del cuidado de la insuficiencia cardíaca al brindar apoyo a los equipos clínicos y mejorar la atención al paciente.
Un ejemplo real de este impacto es el del Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza, España), que en colaboración con AstraZeneca y Tucuvi puso en marcha un proyecto de seguimiento remoto de pacientes con insuficiencia cardíaca mediante inteligencia artificial de voz.
El objetivo de la iniciativa era claro: mejorar la gestión de la enfermedad, optimizar los recursos y proporcionar una atención más cercana y continua a los pacientes desde sus hogares.
Desde noviembre de 2024, los pacientes han sido monitorizados a través de LOLA, el agente de voz basado en IA de Tucuvi, que realiza llamadas estructuradas según las necesidades de cada paciente. La frecuencia de las llamadas se ajusta -cada 2, 5, 15 o 30 días- para dar seguimiento a los pacientes en tiempo real, identificar posibles signos de descompensación y proporcionar información accionable a los profesionales sanitarios.

"Durante casi un año, hemos estado utilizando el asistente virtual LOLA para ayudar a crear una unidad de insuficiencia cardíaca comunitaria en el HUMS de Zaragoza. Los pacientes valoraron el seguimiento con LOLA, que sintieron cercano y que les permitió resolver dudas, problemas o episodios de descompensación", explican Vanesa Salo Gregorio, enfermera especializada en continuidad de cuidados cardíacos, y Carolina Pina Erdociaín, enfermera de medicina interna, quienes lideraron el proyecto.
Resultados del proyecto
Se realizó una encuesta de satisfacción del paciente que confirmó lo que el equipo ya sospechaba: los pacientes valoraron positivamente el seguimiento con LOLA, que les pareció cercano y de apoyo. Destacaron la atención, el interés y el acompañamiento durante su atención, ya que les permitió resolver dudas, problemas, descompensaciones o exacerbaciones.
El proyecto también demostró que los pacientes mayores, incluidos muchos de 80 y 90 años, estaban abiertos a la experiencia. La mayoría hizo un buen uso de LOLA, proporcionando la información necesaria durante las llamadas estructuradas y solicitando ayuda cuando la necesitaban.
Este compromiso ha reforzado la adherencia al tratamiento y el autocuidado.
Desde la parte clínica, podíamos verificar el estado de nuestros pacientes de un vistazo en el panel de alertas, sin tener que pasar horas al teléfono. Es un recurso adicional, un agente de IA que trabaja junto a nosotros mientras atendemos otras tareas clínicas, añaden las enfermeras.
En palabras del equipo de enfermería, la integración de la IA en la práctica diaria aportó claras ventajas:
- No reemplaza su trabajo clínico o sus consejos de salud, pero mejora su capacidad y apoya la adherencia del paciente al tratamiento y el autocuidado.
- Ha creado una relación sana y no dependiente entre el equipo y el paciente, mejorando la atención con un seguimiento regular.
- Proporciona información valiosa para guiar la atención al paciente y ofrecer un tratamiento más preciso basado en su evolución.
- Optimiza los recursos al reducir las admisiones hospitalarias y las visitas a urgencias, lo que permite la detección temprana y la intervención proactiva.
- Aumenta la satisfacción del paciente y el autocuidado a través de una monitorización continua, personalizada y cercana.
- Ha demostrado ser una excelente herramienta de prevención.
Reconocimiento científico
El impacto del proyecto fue también reconocido a nivel científico. En el I Congreso Nacional de Investigación SATSE, el trabajo “¿Quién es la enfermera Lola? IA y conocimiento crítico en el abordaje de la insuficiencia cardíaca comunitaria”, presentado por Vanesa Salo Gregorio y Carolina Pina Erdociaín, fue distinguido por el Comité Científico como la mejor comunicación presentada.
El congreso, que reunió a más de 300 profesionales de enfermería, fisioterapia y tecnología, se centró en debatir sobre el futuro del cuidado ante el avance de la inteligencia artificial, destacando la relevancia de iniciativas como la del HUMS de Zaragoza, que combinan innovación tecnológica con práctica clínica de calidad.
Con esta iniciativa, el HUMS de Zaragoza, Astrazeneca y Tucuvi demuestran cómo la combinación de la inteligencia artificial con los profesionales sanitarios puede mejorar la eficiencia, la calidad y la satisfacción del paciente en la gestión de la insuficiencia cardíaca, posicionando al hospital a la vanguardia de la atención remota para afecciones complejas.